martes, 14 de agosto de 2012

Una llegada inquietante

Un 30 de junio de 1908, a bordo del vapor Asunción, Rosa Anna Bondio está llegando al final de su largo viaje. Rosa Anna es casi una niña. Tiene apenas 16 años. Viajó sola desde su aldea del norte de Italia para encontrarse con su hermano, quien cultiva un campo en la provincia de Santa Fe.
  

Desde la cubierta del barco, Rosa Anna mira la costa y el puerto de Rosario. ¡Desearía tener una vista de lince para poder ver a lo lejos y entre tanta gente a su querido hermano Giuseppe!
Dos lágrimas se desprenden de los ojos de Rosa Anna. Lentas, ruedan por su rostro. Mientras se las seca con la manga del sacón, mete su otra mano en el bolso y acaricia el cofrecito de plata que había pertenecido a su madre. Se tranquiliza. Pero no puede dejar de temblar. ¿En junio frío?, se pregunta extrañada. En mi tierra, en junio, hace calor. ¿Qué estarán haciendo mis asnos?¿Y los cabritos? Seguro que correteando por la montaña...
Se sacude. ¡No quiere volver a llorar! Seguro que Giuseppe está ahí. Piensa en la radicheta que le va a plantar y en las buenas pastas que le amasará con su cuñada Amelia. Se relame pensando en la carne que comerá.
¿Y sus sobrinos?¿Cómo serán Julia y francisco?
Cuando llegan al puerto, Rosa Anna agarra bien fuerte el bolso. No es cosa de perder las ropas. ¡Mucho menos el cofrecito!
En el lugar donde revisan los pasaportes, Rosa Anna espera sola y, luego de unas horas, cuando la llaman, se adelanta y comienza a conversar con un empleado de la oficina de migraciones. El hombre no la entiende.
Rosa Anna le dice su nombre completo, qué sabe hacer, de dónde viene, pero el hombre sigue sin entenderla. Finalmente, el señor se cansa y le entrega un papel.
Si pudiese leerlo, Rosa Anna se enteraría que ahora se llama Rosana, que no tiene profesión y que es una inmigrante.

                                                                                       Adapatación del relato de Francis Korn, "Un puerto para llegar",
                                                                                en Buenos Aires, 1910: Memoria del porvenir, Buenos Aires, 1999



En los últimos ciento treinta años, nuestro país fue escenario de múltiples migraciones. La más importante, por la cantidad de personas involucradas y por los cambios que produjeron en nuestro país, fue la inmigración ultramarina de fines del siglo XIX y principios del siglo XX.

Así como la historia de Rosa Anna, los alumnos de 3°D conocimos otras historias y reflexionamos sobre los distintos motivos de migración, el cambio en sus vidas cotidianas, las costumbres, sus sentimientos al estar lejos de su país de origen y las adaptaciones a la vida en nuestro país.

Click to play this Smilebox slideshowSurgieron entonces, nuevos protagonistas como David, Gastón Ariel Lescano (África), Santiago (Italia), De Rossi (Italia), Gustavo Villa (España), Diego Aguilera (Chile), Juan Daniel Devie (Italia), Pablo (Edpaña), Jake y Jorge (Italia), Pepe (China), Antonia y Maria Guadalupe Alonso (España), Lautaro (España), Valentino Risso (China), Sebastián y Valentina Contreras (España), Luca (China), Antonio y Anna Camila (Italia), Alex (Japón), Luis (Italia) y Verónica (Polonia).
Y una tarde de agosto llegaron a nuestro país... 



¡Felicitaciones, chicos! Hicieron un trabajo maravilloso, con mucha dedicación, compromiso y entusiasmo.
                                                                                                                          Srta. Sabrina.

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