Los animales presentan distintos tipos de adaptación al clima frío:
Desarrollan un denso pelaje y acumulan una gran cantidad de grasa subcutánea para así aislarse del frío. Esto es una adaptación típica de los oso polares
Construyen galerías en la nieve o cuando no hay en el suelo. Este proceso lo llevan a cabo los lemming.
Migran en épocas muy frías, como el reno y el caribú.
Pasan el invierno bajo el agua, ya que debajo de los hielos el agua no se congela. Los insectos durante este tiempo se mantienen en estado de larvas acuáticas, esperando la primavera para emerger de nuevo a la vida terrestre. Muchas tortugas y sapos también pasan el invierno bajo el agua, pero deben enfrentar un nuevo dilema: ¿ cómo respirar ? ; debajo del agua no les sirven los pulmones. Los sapos, por su parte, se las arreglan absorbiendo el oxígeno a través de su piel, en lugar de sus pulmones.
Utilizan el sistema de deshidratarse para que sus líquidos internos no se congelen y les causen la muerte. Un ejemplo de esto es el tardígrado. Este proceso les permite aguantar en una capa de hielo hasta 1000 años hibernando.
Se exponen durante el día al sol para que su cuerpo absorba todo el calor procedente de los rayos solares. Este proceso lo llevan a cabo los reptiles
Pero lo que realmente hace que un animal se adapte mas fácilmente a este clima es si tiene la característica de poder regular su temperatura interna. Por eso los animales se dividen en:
Endotermos: en estos, la oxidación de la glucosa y otras moléculas productoras de energía dentro de las células del cuerpo constituye la principal fuente de calor. En general, la producción endógena de calor permite la regulación precisa de la temperatura corporal. Esa es la razón principal por la que la mayoría de los endotermos son buenos homeotermos, es decir, que mantienen la temperatura corporal relativamente constante a pesar de las fluctuaciones de la temperatura ambiente. Todos los homeotermos son endotermos. Las aves y los mamíferos son endotermos homeotérmicos, es decir, generan calor interno y, además, mantienen la temperatura del cuerpo relativamente constante e independiente de las fluctuaciones externas.
Ectotermo: se aplica al animal cuya temperatura corporal no depende de sus propios mecanismos fisiológicos, sino del calor del ambiente en el que vive. Todos los animales, salvo las aves y los mamíferos, son ectotermos.
Animales a gran altura